CERCLE 9

9 «Siento una fuerte emoción frente a la obra de Giacometti, algo profundo que sólo se siente frente al verdadero arte, aquel capaz de resistir inmutable el paso del tiempo» Carmen Giménez Martín Foto/Photo Luis Ridao ENTREVISTES/ENTREVISTAS/INTERVIEWS Entender a Giacometti De la m no de Carmen Giménez Martin breve reseña sobre giacometti Hijo de un postimpresionista suizo, Alberto Giacometti (Bor- gonovo, 1901 - Chur, 1966) mostró interés por el dibujo des- de muy niño, vocación que le acompañó a lo largo de toda su vida. Tras pasar por la Escuela de Artes y Oficios de Ginebra, a los 18 años se trasladó a París, ciudad en la residió práctica- mente hasta su muerte. Allí el artista comenzó a trabajar en dos de sus mayores inquietudes, lo simbólico y la simplifica- ción en la representación de la figura humana hasta ese punto previo al desvanecimiento. Es entonces, a mediados de la dé- cada de los 40, cuando el suizo perfila su icónico estilo y abre un periodo figurativo característico, con pequeñas figuras hu- manas extremadamente estilizadas, de tacto rugoso y aspecto lánguido, influenciado por las experiencias vividas durante la Segunda Guerra Mundial. Y fue justamente cuando acabó el conflicto, en 1945, y hasta su fallecimiento, cuando toda su producción se centra obsesivamente en torno a su singular percepción de la figura y el rostro humano, de su presencia y su esencia. «El artista existencialista perfecto, (…) a mitad de camino entre el ser y la nada», como lo definía Jean Paul Sar- tre. Y es que para el artista, es la misma materia que da forma a la escultura, la responsable de su fragilidad y su infortunio. El sempiterno color gris, metáfora de la vida misma según propias palabras, bien pudo acompañar su visión a lo largo de tantos y tantos paseos por un París anochecido, salpicado de figuras más mentales que corpóreas. Carmen Giménez Martín (Casablanca, 1943) es conservadora de arte del siglo XX del Museo Guggenheim de Nueva York, y una de las mayores autoridades mundiales en la figura y la obra de Picasso. Académica honoraria de la Real Academia de Bellas Ar- tes de San Fernando, está considerada como una de las más im- portantes expertas en escultura modernista. y forma parte del Patronato del Museo Nacional del Prado y de la Fundación Pilar y Joan Miró. Ella ha sido quien ha comisariado esta muestra y entiende la ex- posición como una visita póstuma donde las esculturas del artis- ta transitan por las galerías de un museo que, paradójicamente, nunca llegó a ser visitado por el artista suizo. Dentro del marco de celebraciones del bicen- tenario de la pinacoteca, en colaboración con la Comunidad de Madrid y la Fondation Beyeler, y con el apoyo de la Embajada de Suiza y el Grupo Mirabaud, el Prado acaba de clausurar la mues- tra Giacometti en el Museo del Prado , una cuidada selección de veinte obras de uno de los artistas más inquietantes, enigmáticos e influyentes del siglo XX, quien concebía el arte como punto de encuentro del pasado y el presente, entendiendo atemporal la representación de la figura humana, su soledad y su aislamiento. La entrevista que su comisaria nos ha concedido aporta luz en la com- prensión de la obra de uno de las más importan- tes figuras del arte del siglo XX. Luisa Noriega Montiel

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