LLEI D'ART 0

64 El caballo: fuente de inspiración La visión de un animal poderoso, fuerte, elegante, armónico y tan cercano a la vida hasta la aparición del transporte mecánico, ha sido un elemento muy utiliza- do en la expresión artística de la mayoría de los maes- tros. Desde las primeras creaciones artísticas del arte rupestre, pasando por los estudios acerca de los movi- mientos de los animales de Leonardo Da Vinci (1507) hasta la pintura más actual, el caballo se presenta en todas sus manifestaciones. Con el propio caballo y sin necesidad de lienzos, barros o piedras, ya se erige un arte propio, conocido como arte ecuestre, y ese mismo concepto, llevado a la inmor- talización a través de la pintura y escultura es lo que nos ha quedado. Caballos en libertad, encabritados, estabu- lados, sometidos, acicalados, enganchados, en el circo, en manada (poniendo de relevancia los instintos más básicos, como el maternal, el protector o el territorialis- ta), en la guerra, en el deporte, o bien místicos: caballos alados, centáuros, unicornios, hipogrifos, hipocampos (también conocidos como “kelpies”),… todos ellos y temas muchos más han sido representados por las más dife- rentes corrientes y estilos artísticos conocidos. El mundo cristiano es el que ha recopilado más el arte ecuestre, precisamente por el tabú que representaba, en la cultura musulmana, la representación de figuras de animales vivos que crearan sombras. Muy a pesar de ello, sin embargo, también se reflejan algunas imágenes de caballos en la cultura islámica. Ya en el arte del siglo pasado, y a pesar de que la figu- ra del noble bruto había ido perdiendo su relevancia como medio de transporte, sigue siendo el caballo fuen- te de inspiración artística de las más diversas tendencias y estilos, consagrándose así como tema creativo intem- poral. Artistas como Dalí, Renoir, Picasso, Cusachs, Baqués, Álvaro, entre otros, han sido algunos de los que frecuentemente han utilizado la imagen del caballo en sus creaciones, incluyendo a veces figuras de caballos Poseidón, dios de los mares y los ríos, precipita las islas en lo profun- do de los océanos y hace brotar las fuentes. Carro tirado por hipocam- pos (mitad caballo, mitad serpiente) Pintura de Nicolo dell’ Abbate, hacia 1540 Estudios de animales: detalle con San Jorge y el dragón. Castillo de Windsor, Royal Library. Leonardo da Vinci, 1507

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