LLEI D'ART 0

sin venir a cuento. Suponemos que buscaban con ello un toque de nobleza, dignidad, belleza, fuerza y caba- llerosidad, cualidades todas ellas tan importantes den- tro del contexto del mensaje a transmitir. Es de suponer que en el arte actual siga apareciendo la imagen del caballo como tema único o acompañamien- to de otros. La simbología del caballo es profusa y compleja. Para muchas civilizaciones, la idea del caballo implicaba con- notaciones siniestras y tenebrosas. Venía a representar un arquetipo de muerte y violencia, aunque también de coraje y valor. La figura mitológica de Ahrimán, el dia- blo del zoroastrismo, adopta forma de caballo justicie- ro. El caballo blanco, sin embargo, suele asociarse a una imagen mental totalmente contraria en otras culturas, asociándolo a la pureza y la bondad. Los psicoanalistas consideran al caballo como un símbolo del psiquismo inconsciente. Otras concepciones atribuyen al equino capacidades sobrenaturales y mágicas. Los caballos y el hombre han formado y siguen forman- do una buena pareja, que seguro se seguirá reflejando en todas la expresiones creativas. Corceles pintados o esculpidos inspirarán durante futuras épocas las más variadas expresiones artísticas, en un nuevo intento de ensalzamiento de la figura humana, unida al equino en su historia y en sus fantasías. ANTONI SERÉS Metge i artista 65 “Jinetes en el Bois de Bologne”. Kunshalle, Hamburgo. August Renoir, 1873 “Capitán de artillería” Josep Cusachs i Cusachs, 1892 Óleo sobre lienzo 75 x 55 cms. Colección particular “Coracero” Josep Cusachs i Cusachs, 1895 Óleo sobre lienzo 55 x 46 cms. Colección particular

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