LLEI D'ART 3
10 el rincón del profano El proceso evolutivo que ha conducido al ser hu- mano a su actual posicionamiento por encima de las restantes especies podría ser interpretado como una trayectoria repleta de logros por una parte, y de renuncias, por la otra. Hemos luchado -con auténtico empecinamiento- por conseguir entender lo que, a simple vista, pa- recía inexplicable. Hemos interpretado lo percep- tible hasta traducirlo en una serie de fórmulas, de dudosa exactitud en muchos casos. Incluso hemos abandonado la fé en lo incuestionable para some- terla a la dura verificación de la ciencia -a veces tan necia-, en busca de una innecesaria evidencia que sólo nos precipitaría, una y otra vez, a la cons- tatación de una innegable realidad: la de nuestra propia existencia y su dudoso sentido. De todo ello deduzco -lo cual no es más que una insignificante aportación de la que sólo yo me veré beneficiada o perjudicada-, que seguimos en soli- tario un camino marcado por aquello que se nos ha legado y aquello que legaremos. Y con ello únicamente me refiero a esas determi- nadas percepciones que en un momento dado de nuestra vida nos hacen creer que hemos captado algo de la inmensidad del universo. Esos sutiles momentos de conexión en los que, por un tiempo, parecemos entender el qué y el por qúe de algo de lo que hacemos aquí. el instinto codificado El sentido de nuestra existencia es algo que mere- ce ser considerado. No sólo estamos aquí para reproducir nuestra es- pecie: eso es algo que sobradamente hemos de- mostrado hasta el punto de poner en serio peligro la continuidad de las restantes especies. Creo que estamos aquí, y no me refiero a la especie, sino al individuo, para -en un lápsus de tiempo relativa- mente corto- demostrarnos nuestra valía. Es este el punto donde irrumpen en el escenario algunas de las interesantes posibilidades de las que disponemos y que no siempre sabemos des- codificar. El ser humano es capaz de desarrollar las capa- cidades más espléndidas, aunque también las más viles. Su inteligencia es un arma de doble filo: extraordinariamente versátil y delicada. Su afina- miento depende de demasiados factores, muchos de los cuales no son controlables por el individuo: su genoma, sus condicionantes adquiridos,...su experiencia, al fin y al cabo. Y aquí aparece el arte, tal y como yo lo concibo, claro está.El arte, desde mi punto de vista, habita un continente demasiado extenso como para deli- mitar sus fronteras. Es un modo de hacer, un sentir, un cúmulo de emociones canalizadas de uno u otro modo, un momento,... Detalle de “Juana de Arco besando la espada de la liberación”. Dante Gabriel Rossetti (1828 -1882). La expresión del rostro de la heroína refleja los valores contenidos en el personaje, codificados en la forma que sólo un virtuoso del pincel y profundo conocedor del lenguaje del rostro puede conseguir. © Christie’s London.
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