LLEI D'ART 3
96 LLEI D’ART a través de la <<quinta esencia>>, en los cuatro elementos terrenales y en todas las cosas de la naturaleza, nuestra divina proporción inyecta vida en el dodecaedro.” Leonardo Da Vinci, otro de los grandes hombres del Renacimiento, proveniente de familia humilde y desmembrada, después de estar aprendiendo en su ciudad natal, Florencia, se trasladó a Mi- lán para entrar en la corte de Ludovico Sforza, y cuando éste perdió el poder, regresó a Florencia donde enriqueció todavía más sus conocimientos ampliándolos de manera impresionante. Junto con Pacioli, hicieron numerosos descubrimientos con respecto a la proporción divina. MÚSICA Los hombres del Renacimiento no se conformaron con descubrir matemática, arquitectónica y, artísti- camente, las utilidades del número áureo, sino que también buscaron expresar esa proporción perfec- ta en forma de sonido, de música. Ya que Da Vin- ci defendía que el movimiento y la naturaleza se regían por leyes armoniosas, qué mejor armonía que la que conlleva la música. Es por ello por lo que trataron de buscar algo más en esta otra forma de arte. Los indios, los chinos y muchas culturas tribales asociaban la música con diferentes sentimientos de felicidad, tristeza, pasión, fe, etc.… , aunque siempre solía estar vinculada a una celebración religiosa. Comenzaron con simples ritmos has- ta llegar a estructuras musicales perfectamente planeadas. Espontánea, totalmente fuera de los esquemas, eso parece la música, algo que sale directamente del corazón, sin pensarlo, Pitágoras, que fue quien sentó las bases de la escala que utilizamos actualmente, descubrió una relación en- tre el tono de una nota, y la longitud de la cuerda; también defendía que si la música era una repre- sentación sonora de lo divino, tenía que estar rela- cionada también con el movimiento de los astros y, en general, del universo. Pero todo está relacionado. Pensemos en un vio- lín, ese pequeño instrumento que nos hace sen- tir cosas inexplicables cuando lo toca alguien que sabe tratarlo, cuando parece que no tiene expli- cación matemática esa piel de gallina que se nos pone al escuchar las dulces melodías que salen de esa pequeña cajita de madera con cuerdas que vibran,… Precisamente toda la matemática se manifiesta gloriosa en esas pequeñas cuerdas. Las ondas sonoras siguen patrones físicos y matemáticos dignos de estudios de ingeniería. Nuevamente, Pi- tágoras relacionó la matemática con la música. Aunque es un tema que puede alargarse mucho, debido a la abstracción que implica y, por decirlo así, la difícil explicación de la música y la mate- mática, dejémoslo en que los hombres del Renaci- miento intentaron buscar la proporción perfecta en el ámbito musical, hazaña arriesgada, puesto que, aunque Platón atribuyó a la música, junto con la gimnasia, el concepto de primario, es el arte más difícil de expresar, eso sí, perfectamente propor- cionado. Gracias, Pitágoras. Luisa Serés Estudiante de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos Rosetón gótico de la catedral de Meaux (Francia), una espléndida muestra de la complejidad de construcciones medievales, basadas en la sección áurea y en las reglas básicas de la proporcionalidad. El Nautilus emperador (Nautilus pompilius) es una de las más hermosas mues- tras de la proporción áurea en los seres vivos
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