LLEI D'ART 4

presentación 3 En este nuestro cuarto año, consolidando posiciones y afianzando posturas, siento una gran satisfacción, tanto cuando miro hacia atrás, como cuando diviso el horizonte. Hemos trabajado con tanto entusiasmo, que apenas nos hemos percatado del tiempo transcurrido, porque por el camino, el espíritu se ha enriquecido y las personas, tam- bién. Ese es el gran don del arte. He aprendido a ver sin emplear mis ojos, a acariciar lo intangible, a entender lo inconcebible y, con ello, me he re- confortado. Creo firmemente que vivimos una época de cambios de gran magnitud y repercusión, y que el arte, las artes en general, comienzan a experimentar una profunda transformación. Eso esperamos, y a ello contribuimos. Una nueva generación de talentos hace zozobrar el estrado sobre el que hace ya demasiado tiempo se aposenta el sinsentido de lo que algunos insisten en llamar contemporaneidad. Pero afortunadamente cambia el viento para el arte y huele a lluvia en el secadal de la virtud. Cada vez somos más en la resistencia, más convencidos, más decididos a empujar el carro de esa certeza que, sin duda alguna, nos convertirá en artífices de algo más que una patraña. Asistiremos a un renacer, a una regeneración de valores que sustenten las nuevas ideologías, mucho más espirituales y mucho menos tecnológicas. Porque sólo así la vida recuperará todo su sentido y contundencia. Una crisis no parece bastar para hacernos reflexionar sobre lo trivial que puede llegar a ser una existencia sin fun- damento, como un día sin luz o un corazón desierto. Serán precisos más acontecimientos que alienten y fortalezcan el espíritu, y estoy segura de que así será. La portada de este número no requiere de ninguna lectura adicional para penetrar en lo más hondo del sentimiento. Deseamos que sea nuestra contribución a un arte sin tapujos, impoluto y transparente, donde no rebose más que la esencia de la verdad que subyace bajo su expresión: la de su alma. Luisa Noriega Directora LA EXPRESIÓN DELALMA “Persephone” Pepe Madrid Óleo sobre lienzo. 92 x 73 cm.