LLEI D'ART 4
7 la entrevista Entrevistamos a: Arquitecto. Creador de la Fundación de las Artes y los Artistas. José Manuel Infiesta Monterde La finalidad principal de la Fundación es la promoción y difusión del arte a todos los niveles. El arte objeto de esta Fundación es el arte figurativo y muy concretamente, el arte de finales del siglo XIX, siglo XX y XXI, es decir, lo que se conoce como arte mo- derno. Se trata de potenciar la actividad en defensa del arte y la cultura moderna con un proyecto específico, en un camino claramente predeterminado, y con unas metas concretas. Nació con la vocación de contrarrestar la gran y exclu- siva protección que los poderes públicos realizan con el llamado arte abstracto y potenciar a los artistas figu- rativos, que automáticamente quedan excluidos de las iniciativas oficiales. Arquitecto y empresario, escritor y editor, erudito en arte y gran coleccionista, avezado fotógrafo, viajero incansable, apasionado de la música, la danza y, muy especialmente, la ópera, montañero y piloto, José Manuel Infiesta, nacido en Barcelona y creador, en 2005, de la Fundación para el Arte y los Artistas, la materialización de su magistral cruza- da a favor del arte figurativo moderno, nos recibe. Conocedores de su espíritu crítico, aunque siempre tras una actitud discreta y una expresión sencilla, su afable ac- titud rompe distancias. P: La pasión como “leitmotiv”. ¿Filantropía o avidez de be- lleza? R: No creo en la filantropía. Encuentro que es una palabra vacía. Este es un acto absolutamente egoísta. Hago las cosas porque deseo hacerlas. Sin egoísmo, no hay acción. Conforme la vida avanza, uno no se siente realizado si no consigue logros. P: Una de las obras editadas por Vd., “El vandalismo glorifi- cado”, de Josep Cañas, bien pudiera definir la situación de una gran parcela de lo que tienden a hacernos creer arte moderno. ¿Dónde y cuándo cree que se nos desdibujó el horizonte y por qué? R: El arte moderno cambia cuando se convierte en un pro- ducto de mercado, cuando se comienza a manipular. An- tes, el artista estaba al servicio de la nobleza, de la iglesia. No era un negocio. En el siglo XX, se inician las primeras líneas de destrucción de las formas, con la primera guerra mundial; son los inicios de la abstracción. Son los marchantes los que han generado todo esto. Re- cuerde, por ejemplo, la obra de Modigliani. Un marchante acumula sus obras y las saca al mercado tras su muerte para generar un beneficio. La economía manda sobre el arte. P: ¿Sólo la brutal y desmedida especulación es responsa- ble, o quizás interviene en gran medida la vanidad incon- trolable del artista autodefinido? R: El hecho realmente significativo es que el arte se con- vierte en un objeto susceptible de manipulación. Hay quien dice lo que ha de ser moderno o estar de moda o lo que no. Eres moderno o no en base al tipo de arte que te gusta. No entro en la vanidad o en el tipo de personalidad del artista. Lo que no se puede hacer es, por ejemplo, tildar de retrógrado a quien no le guste Picasso, o que aquellos que no simpaticen con la obra de Mondrian sean unos clásicos.
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